Actividades para adultos mayores
En una residencia geriátrica, las actividades no son un “extra”. Son parte del cuidado: ayudan a sostener movilidad, ánimo y vínculo social.
Movimiento suave y seguro
Caminar unos minutos, estiramientos simples o ejercicios adaptados mejoran la circulación, reducen la rigidez y ayudan a mantener autonomía. Lo importante es que sea con acompañamiento y sin exigir.
Estimulación cognitiva
Juegos de memoria, rompecabezas simples, lectura, música y conversación activan la mente. También ayudan a sostener rutinas y a reforzar la autoestima.
Actividades con sentido
Talleres, huerta, manualidades o tareas simples (según cada persona) dan propósito. No se trata de “producir”, sino de sentir que el día tiene sentido.
Vínculo social
Compartir momentos en grupo reduce el aislamiento. A veces lo más terapéutico es una charla, un mate, una caminata acompañada o una actividad tranquila en el patio.
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